Los negocios del Ayuntamiento madrileño
Gracias a la pésima gestión de Gallardón, el Ayuntamiento de Madrid está en la ruina. Sólo de intereses a los bancos, paga 900.000€ diarios.
Para remediar la situación, la nueva alcaldesa digital sigue el libro de estilo del PP: subir impuestos, recortar prestaciones sociales y esquilmar a los funcionarios. Nada de eliminar los casi trescientos cargos de asesores de designación digital para los allegados (60.000€ de media por cabeza), ni tampoco suprimir la mayoría de los 267 coches oficiales de uso personal (más que todas las capitales de la eurozona juntas). Tampoco cesar en el empeño de organizar unos costosísimos JJOO.
Otra forma de aliviar las cuentas es vender activos, inmuebles propiedad del Ayuntamiento. Vender edificios o locales inutilizados para obtener efectivo, parece uno de los males menores, aun teniendo en cuenta que muchos se compraron a precios desorbitados en plena burbuja y ahora habrá que venderlos a un precio sensiblemente inferior.
Hay otra vía más del gusto de nuestra estúpida e incapaz alcaldesa: vender inmuebles en uso comprometiéndose antes a alquilarlos por un precio superior al de venta. El negocio es ruinoso para el Ayuntamiento, mejor dicho, para los ciudadanos. Se pierde un activo y se paga un precio por su utilización superior al que se obtiene con su venta. Pero es muy beneficioso para el que lo compra; sólo con poner el dinero, se asegura unos beneficios millonarios además de la propiedad.
En el madrileño Campo de las Naciones está ubicado el moderno , obra de Ricardo Bofill. En él se encuentra gran parte del área de Urbanismo municipal. Está en trámites de venta a un comprador anónimo por un importe de entre 30 y 35 millones de euros. Antes, el Ayuntamiento firmó un compromiso de alquilar el inmueble durante los próximos diez años por un importe de 42,2 millones de euros. El que lo compre (será pura coincidencia su afinidad al PP, nada premeditado) va a obtener unos pingües beneficios de entre 7 y 12 millones de euros.
Así se gestiona el Ayuntamiento madrileño por una incompetente, quién no duda en arruinar a los ciudadanos si puede enriquecer con ello a los amigos. El PPartido la apoya y Dios la protege. Porque Ana Botella es una ferviente sierva de Dios, él la guía y a él se encomienda. Por ello carga con cinco muertes sin el menor cargo de conciencia, por la gracia de Dios.
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